Los implantes son una especie de tornillo en el hueso de la mandíbula sobre el que se asienta el nuevo diente “artificial”, se colocan cuando falta una pieza dental (por una enfermedad o un traumatismo) o cuando hay que eliminar uno natural (por una gran destrucción del diente debido a una caries).
Si te falta algún diente o sufres algún tipo de patología bucal que pone en riesgo tu dentadura, ponte en manos de un dentista de confianza para que te asesore adecuadamente, puesto que no todo el mundo puede ponerse un implante, el especialista debe valorar el estado de tu encía porque necesita saber si hay masa de hueso suficiente para que el implante quede fijado. En caso de que no sea así, será necesario realizar más pasos intermedios antes de colocar estas piezas, o bien valorar otras opciones.
Es importante reponer las piezas ausentes, la pérdida de una pieza dentaria suele ir seguida de la pérdida de hueso en el maxilar. Esto puede dar lugar a problemas más serios en relación a la mordida y en consecuencia con el aspecto facial. Todo se corresponde a la salud, la calidad de vida, la seguridad al comer y la estética.
¿Cuáles son las pruebas previas al implante dental?
El odontólogo lo primero que haría sería una revisión inicial de tu salud bucodental. Después, se realizarían los TAC’s que se hacen siempre antes de un implante dental.
¿Duele mucho?
Como en todas las intervenciones quirúrgicas, se pueden sentir pequeñas molestias después de la cirugía. Sin embargo, para la mayoría de los pacientes el dolor después de un implante es completamente tolerable.
El implante dental es colocado por un cirujano maxilofacial que para realizar el procedimiento de una manera eficaz y segura aplicará anestesia local o bien sedación intravenosa. De esta manera durante la intervención no vamos a notar ningún dolor y es una operación breve en tiempo.
Una vez terminado el procedimiento el cirujano nos dará una serie de pautas a seguir para que el postoperatorio sea lo menos molesto posible.
¿Cuanto durán?
Existen muchos factores que pueden afectar la duración del implante en la boca del paciente. Según la Asociación Dental Americana, la vida media de un implante es de 25 años, aun y así, los implantes que han sido bien colocados junto con un cuidado adecuado, pueden durar toda la vida.
Puede pasar que el implante se mueva si no se ha integrado bien en el hueso y la encía. En este caso, hay que quitarlo y el especialista valorará si se puede poner otro.